¡Ojos, oh dulces ojos compasivos,
melancólicos, grandes!
Melancólicos sí, pero cargados
de ternuras y dichas inefables!
Ojos que en las tinieblas de mi vida
piadosos me alumbrasteis;
y hoy en mis infortunios y en mis penas
me acompañáis amantes.
Fijos dentro del alma
os llevo a todas partes;
a veces me miráis enternecidos;
y a veces, tristes, cariñosos, graves.
2 comentarios:
La aprendí cuando estaba en la escuela que pena que no este completa
Tengo la poesía completa, voy a escanearla para compartirla, si alguien la desea...
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