Se está para empezar, la safra en el horcón,
ingenio que en la ocasión,
necesitaba peones,
los paisanos, sus reuniones
hacían en la pulpería,
donde trabajo ofrecía
el capataz.
Se bebía, se tomaba mucho,
quizás en demasía;
en eso entró Julián,
mozo apreciado de tuitos,
sírvase de algo parcero,
gracias amigo, no tomo!
¿Cómo dice, que no toma?
Y ónde ha visto un criollo que no tome por lo menos
por lo menos, un frasco e guaro al día;
a ver pulpero; ponga un frasco e guaro,
que va a tomar conmigo el mozo.
Perdone, amigo le he dicho que no quiero tomar,
pero ya que tanto insiste, escuche.
Yo e tomao, quizá como el primero,
tuitos ustedes conocieron
a esa que fue mi mujer,
mi Juana.
Alma pura, que ni yo mesmo mereciera
y que más de alguno envidiara,
por ella, sí,
únicamente por ella,
por no verla sufrir, ni lloriquear,
contuve muchas veces mis impulsos de tomar,
pero cuando un día Dios
para siempre de mi lao la llevó,
pa ese pago, donde no se vuelve,
cuando me vide solo, completamente solo,
con el hijo de su amor,
que formara al juntarse con el mío,
como un fruto o una flor,
entonces sí volví con ansia a la bebida,
y encerrao en mi rancho, con un frasco e guaro,
tomaba, tomaba hasta perder la cabeza,
y cuando ya estaba bie, pero bien borracho,
en la pared del rancho aparecía ella,
mi Juana,
y me hablaba, me hablaba con esa voz,
pa mi más dulce que el canto de la calandria.
Esa ilusión, se me hacía tan real
se me hacía tan cierta,
que un día, mi pobre hijo
entrando al rancho,
me dijo:
pero, cómo,
todavia está tomando guaro, papacito? Lleva 6 días,
por qué, papacito?
Por qué toma tanto de un tiempo a esta parte?
Por qué?
¿Cómo dice, mocoso sonso?
¿Que por qué estoy tomando?
¿Que por qué estoy tomando?
No ve que tomando la estoy viendo;
¿a quién ve?
¿A quién ve, si a entro el rancho,
no hay nadie más que usté y yo?
¿A quién está viendo?
¿Que a quién está viendo?
¿No la está viendo, a ella, a su madre?
Juan, dice tu hijo que no te ve!
Cómo! Usté está viendo a mi madre!
Pero cómo!
No me ha dicho usté siempre,
que mi madre ha muerto, cuando yo nací?
A onde está mi madre?
Quiero verla a mi madre,
quiero verla a mi madre.
Para ver a su madre, tiene que tomar mucho guaro,
igual que lo tomo yo.
Y un día, frente a mi rancho me apeo,
de adentro me legó un ruidaje,
como de risa, llanto y pataleo,
algo más negro que los ojos e mi caballo,
cruzo por mi cabeza,
y de una patada eché abajo la puerta del rancho;
y en el suelo revolcándose en convulsiones,
y con la boca llena de baba,
como picao por una víbora,
estaba mi hijo
mi hijo estaba en el suelo.
Asustao miré a tuitos los laos
y sobre la mesa, estaba el frasco e guaro,
completamente vacío;
levantando la mano pa castigarlo, le dije:
por qué has tomao?
Hijo de una gran, por qué has tomao?
Y mi pobre hijo, dando vueltas por el espanto,
me dijo:
no me pegue papacito, yo he tomao
yo voy a seguir tomando,
porque quiero verla, quiero verla a mi madre
como usté la ve!
Comprendes, por qué no tomo más?
0 comentarios:
Publicar un comentario