Dos hombres han cambiado la existencia
de este mundo en los siglos peregrinos;
el Verbo de Jesús le dio otra esencia
y el genio de Colón, otro destino.
Completaron de Dios la mente misma
a inspiraciones de su amor profundo;
uno del alma iluminando el prisma,
otro haciendo de dos un solo mundo.
¡Colón! ¡Genio inmortal! yo te saludo,
desde el seno de América mi madre
de esta tierna beldad que el mar no pudo
robarla siempre a su segundo padre.
Lo hallaste y levantándolo en tu mano
radiante con sus gracias virginales,
espinado en las olas del océano
se lo enseñaste a Dios y a los mortales.
¿Quién al pisar el mundo de tu gloria,
no verá en sus montañas colosales
monumentos de honor a tu memoria
como tú, grandes, como tú inmortales?
de este mundo en los siglos peregrinos;
el Verbo de Jesús le dio otra esencia
y el genio de Colón, otro destino.
Completaron de Dios la mente misma
a inspiraciones de su amor profundo;
uno del alma iluminando el prisma,
otro haciendo de dos un solo mundo.
¡Colón! ¡Genio inmortal! yo te saludo,
desde el seno de América mi madre
de esta tierna beldad que el mar no pudo
robarla siempre a su segundo padre.
Lo hallaste y levantándolo en tu mano
radiante con sus gracias virginales,
espinado en las olas del océano
se lo enseñaste a Dios y a los mortales.
¿Quién al pisar el mundo de tu gloria,
no verá en sus montañas colosales
monumentos de honor a tu memoria
como tú, grandes, como tú inmortales?
0 comentarios:
Publicar un comentario