![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrWHEs3KxuVDDsuyHS1YqKq3FYJbA87Kxqe-1OCs9v9Sm340UaLb0eXDf7-WzgKKT884X616K-FGbkCR7Zhh4gvxZDk30FWSlJKJVyzdnXZI79k6y1Qti4CfQUQj0okvTrxCcb2wGqBNA/s400/AntonioNari%C3%B1o.jpg)
Fue el resplandor que presagió la aurora
el primer astro que tiñó el oriente,
portador de la mágica simiente
de esclavos y de siervos redentora.
Vio, de la historia en el reloj, la hora
en que su pueblo fuera independiente;
fue un vate, fue un heraldo, fue un vidente,
y mártir de la chispa precursora.
Cual la estrella, del alba mensajera,
que la sombra de espesos nubarrones
oculta a veces mientras llega el día,
aquella alma sublime, prisionera
gimió bajo los recios eslabones
de las cadenas que romper quería.
el primer astro que tiñó el oriente,
portador de la mágica simiente
de esclavos y de siervos redentora.
Vio, de la historia en el reloj, la hora
en que su pueblo fuera independiente;
fue un vate, fue un heraldo, fue un vidente,
y mártir de la chispa precursora.
Cual la estrella, del alba mensajera,
que la sombra de espesos nubarrones
oculta a veces mientras llega el día,
aquella alma sublime, prisionera
gimió bajo los recios eslabones
de las cadenas que romper quería.
0 comentarios:
Publicar un comentario