I
Yo mismo la enterré... Yo mismo un día
cerré sus ojos a la luz terrena
y enjugué de su frente de azucena
el trágico sudor de la agonía.
En un recuerdo blanco: todavía
la nombro en el silencio de mi pena;
descanse en el Señor... Si era tan buena,
duerma en mi corazón... Si era tan mía.
Ojos y boca y manos ilusorias,
todo bajo las sábanas mortuorias
quedó como una lámpara extinguida.
Y yo, de mi locura bajo el peso,
le dejé el alma en el dolor de un beso
y a duras penas me quedó la vida.
II
Ojos como dos claros madrigales
que abrieron en mi ser profundas huellas;
suaves a veces como dos estrellas;
y a veces fieros como dos puñales.
Labios en flor, inolvidable acento
que fue para mi ensueño peregrino
como el agua de Dios que da al sediento
de beber en las vueltas del camino.
Todo bajo la sombra y el misterio
de un árbol, en la paz del cementerio,
fúnebre playa del eterno río...
5 comentarios:
Este hermoso poema del poeta de Roldanillo Valle del Cauca Colombia.
Esta incluido entre los versos mas bellos del habla hispana.
Fue escrito por el poeta a su madre en su de deceso.
Tan triste como hermoso...
Se lo voy a decir a una señora muy buena aunque pocas veces la vi, en mi pueblo todos la querian tengo 12 años y aunque no sea mi madre se la voy a dedicar
Pensad en el dolor de mi herida, y decídme si hay en esta vida, algún dolor que pueda compararse al mío. (Paráfrasis al final del poema).
Pensad en el desangre de mi herida
y decid si hay dolor en esta vida
que en algo pueda compararse al mío.
[Antología "Colombia y sus mayores poetas"]
Publicar un comentario