¿Qué pensará mi tío Federico,
banquero, potentado, hombre muy rico,
cuando, de pronto, se queda parado,
absorto, silencioso, ensimismado?
¿Soñará con aviones portentosos,
trenes eléctricos, trompos prodigiosos,
y de juguetes un bazar entero,
que podría comprar con su dinero?...
Pues... si no juega tío Federico,
¿de qué le sirve ser hombre tan rico?
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