Las nubes se han abierto al paso
de la luna en cuarto creciente.
El azul celeste es de raso
tras el encaje transparente.
La luna sube y sube y sube
vertiginosa y alocada.
Se encarama sobre una nube
como una cometa encantada.
Once estrellas forman su cola,
que ondea a derecha y a izquierda
y sube tan alta y tan sola
que hay el temor de que se pierda.
Trepa por el cielo ligera
y las niñas cantan a una
giranda en el coro: "Quisiera
ser tan alta como la luna".
Yo también querría volar
"-ay, ay-, como la luna", más alto,
sobre las estrellas del mar
celeste en un aéreo asalto.
En una asunción infinita,
sobre la nube y la ultranube,
como la blanca favorita
sube esta noche y sube y sube.
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