Como enjambre de abejas irritadas,
de un obscuro rincón de la memoria
salen a perseguirnos los recuerdos
de las pasadas horas.
Yo los quiero ahuyentar.
¡Esfuerzo tan inútil!
Me rodean, me acosan,
y unos tras otros a clavarme vienen
el agudo aguijó que el alma encona.
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