Sentado en una loma al pie de una barranca
con su guitarra amiga, a solas canta un ciego,
y notas tristes, lánguidas, al instrumento arranca,
con la tristeza mística del solitario ruego.
Lo envuelven resplandores del sol crepusculares;
los vientos de la tarde su cabellera azotan,
y al par que en el espacio se pierden sus cantaresm
gotas de amargo llanto de su pupila brotan
El sol bañó en sus rayos de resplandores rojos
el fruto de esos párpados, inmóviles y muertos;
y yo enjugué una lágrima al ver aquellos ojos
para el placer dormidos, para el dolor despiertos.
Para él no hay sol radiante, ni noches estrelladas,
para él no hay cariñosas sonrisas, ni miradas,
ni pájaros errantes que crucen por el viento.
Para él no hay más que sobras, para él nada fulgura;
y que cuando nace un canto desde su noche oscura,
arranque notas tristes a su guitarra y llore.
Pero también las sobras cruzan radiantes huellas;
en negros nubarrones el rayo centellea,
en las oscuras noches fulguran las estrellas,
y surge entre las sombras mas diáfana de idea.
2 comentarios:
Hola. Es hermosa. Me trae recuerdos de niña..., en la primaria mi madre me escogió para un evento donde la reciente... Fue lindo.
Ese poema la conviertieron alguna vez en canción. Alguien sabe la melodía?
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