Allá lejos, entre los prados,
sobre la arena color de oro,
vive la madre de los sapos
y educa a UN hijo, su tesoro.
"¡Parpadea!", dice la madre,
y el sapito, sin protestar,
con sus grandes ojos saltones
empieza a parpadear...
Allá lejos, entre los prados,
la madre de los pececitos
en el arroyo de agua azul
vive y educa a DOS hijitos.
Cuando "¡A nadar!" dice la madre
los pececillos, sin vacilar,
en el agua azul del arroyo
se echan a nadar y a brincar.
Allá lejos, entre los prados,
en el más bello árbol florido,
el ave azul, con TRES hijitos,
hizo su primoroso nido.
Cuando a los pajarillos dice
su madre, el ave: "Ahora, ¡a cantar!"
abren los tres lindos piquitos,
y cantan, cantan, sin cesar.
Allá lejos, entre los prados,
do corre el agua bajo las matas,
vive, feliz, la rata de agua
con sus hijitas: CUATRO ratas.
"¡A chapuzarse!", dice la madre;
y, al punto, sin vacilación,
las cuatro ratas, obedientes,
juntas se dan el chapuzón.
Allá lejos, entre los prados,
mientras fabrican la miel dorada
una abeja y CINCO abejitas
pasan su vida atareada.
"¡A zumbar!", dice la abeja-Madre.
"¡Sí, sí!; ¡a zumbar!", dicen las cinco;
y las abejas obedientes,
zumban y zumban con ahínco.
Allá lejos, entre los prados,
en su nido hecho de ramitas
habita una Madre-corneja
con sus hijas, SEIS cornejitas...
"¡A graznar!", ordena la madre,
y las seis, sin más aguardar,
abren sus picos amarillos
y a coro empiezan a graznar.
Allá lejos, entre los prados,
donde la hierba crece más alta,
la Madre-grilla y SIETE grillitos
que son sus hijos, brincan, saltan.
A los siete los forma en corro,
y les ordena: "¡Ahora, a bailar!",
y los siete, inmediatamente,
bailan y bailan, sin parar.
Allá lejos, entre los prados,
donde el verde musgo se extiende,
dichosa vive una lagarta
con sus OCHO lagartos verdes.
"¡Tiéndase al sol!", dice la madre
a sus hijos, que andan perdidos,
y ellos, apenas oyen la orden,
ya están, al momento tendidos.
Allá lejos, entre los prados,
en el estanque, junto a la fuente,
Madre-rana y sus NUEVE HIJOS
se zambullen en la corriente.
Mas, de pronto, manda la Madre:
"¡Ahora, ranitas, a croar!"
y las nueve ranas, a coro,
croan y croan: "cuá, cuá, cuá."
Allá lejos, entre los prados,
Madre-araña teje su tela;
con ella caza y aprisiona
a la incauta mosca, que vuela.
Sus DIEZ arañitas la ayudan,
y cuando ella ordena "¡Tejed!",
las diez hijitas, afanosas,
tejen, tejen, ligeras, la red.
Allá lejos, entre los prados,
Madre-luciérnaga vivía;
la acompañaban sus ONCE hijas,
así de noche como de día.
"¡Brillad!", mandaba Madre-luciérnaga.
"¡Sí, sí; brillemos!", decían ellas.
Y entre la hierba titilaban
once diminutas estrellas.
Allá lejos, entre los prados,
que el hombre labra el día entero,
con sus hijas, DOCE hormiguitas,
vive la hormiga en su hormiguero.
"¡A trabajar!", dice la madre,
y ellas responden: "¡Allá vamos!",
y ya no paran, afanosas...
allá lejos en los prados...
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