El más lindo juego,
y el más divertido:
me escondo... ¡Y no saben
dónde me he metido!
So estoy en el baño,
si estoy en la artesa,
tras de la cortina
o bajo la mesa...
"¿Dónde estará el nene?",
pregunta mamá.
"Mira en la nevera",
responde papá.
"Tal vez se ha caído
dentro del puchero..."
"O quizá encerrado
en el costurero..."
"¿Y si en el espejo
-Dicen- se quedara?"
Papá va a mirarlo...
sólo ve su cara.
Van, vienen, se inquietan,
llaman; "¡Chiquitín!"
Yo quiero que el juego
dure un poquitín...
Pero mamá dice:
"¿No ves brillo de oro
ahí, bajo la mesa?
¡Si es nuestro tesoro!"
(El ojo es mi pelo,
rubio, como ves...)
Y cuando aparezco...
¡qué risas los tres!
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